jueves, 12 de marzo de 2015

SE BUSCA

Abre los ojos y la claridad que se filtra por un pequeño resquicio de la ventana confirma que el fastidioso sonido del despertador no es una mala broma. Impulsa su cuerpo hacia arriba y de la cama solo cuelgan las piernas, debe recordar con cual de ellas chuta el balón, la derecha, la extremidad que según el decir popular debe ser la primera en tomar contacto con el piso todas las mañanas.
Un paquete de granola y un pote de leche de soya, hace rato que no toma leche animal. El desayuno se complementa con un cambur revestido en crema de cacao (no se compra Nutella porque es más costosa). 
Piensa mucho y sonrie, el sol se ve brillante y la brisa fria abraza su cuerpo, camina y respira con alegria. Otro día comienza y es solo uno de tantos otros que vendrán llenos de oportunidades y experiencias. 
Habla mucho y cuenta lo que siente, nunca filtra sus emociones, es de lagrima facil y siempre pide extra de tocineta en sus hamburguesas. 
Nunca da nada por perdido, tiene un amor propio implacable cuyo centro de gravedad está muy pegado al piso. Muchos se sorprenden de su fuerza fisica, el sabe que su fortaleza ronda el promedio, su secreto está en llegar siempre al limite, sin dejar nada por dentro. Algunos nacen con el talento, otros simplemente con la capacidad de no dejarse vencer por la adversidad. 
Su empatía no es selectiva, colecciona aprecio de muchos. La gente se interesa, es genuino, llena un espacio muy grande que quedó vacio. En casa vio un lindo ejemplo, entendió el amor como una fuerza hermosa e indiscutible, capaz de hacerlo volar, capaz de convertirlo en un hombre, una avalancha de sentimientos inmanejables lo convirtieron en otro. 
Sus huellas ya no quedan en la arena, camina con el agua hasta los tobillos, es fría, el invierno quedo atrás y la primavera marca un renacimiento.
El silencio de un piso, temporal, espacioso y comodo, el piso, no el silencio.
Es libre, nunca obra con mala intención, peca de inocencia y sonrie, a veces llora, pero al final siempre enseña unos dientes enormes. Desde el balcón a estas horas puede ver las estrellas, todas ellas le acompañan y algunas incluso se atreven a echarle un piropo, o al menos eso cree el, que las estrellas le susurran al oido palabras lindas.
No se confundan, el es grande, es enorme, pero guarda todo en una cajita, sin llave, sin candados, nadie volvera a robarle. 
Si alguien lo ve por ahí, diganle que lo estoy buscando, se me perdio hace un tiempo, va y viene, tiene dos cicatrices en los costados...